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Cualquier administrador o directivo de una empresa, ya sea una gran compañía o una pyme, debería contar con la cobertura de un seguro de Altos Cargos o D&O (por sus siglas en inglés, Directors & Officers). Si aún no estás convencido te vamos a dar 10 razones por las que es importante contar con esta protección.
1. Cualquier administrador o directivo es responsable de sus actos, errores u omisiones al frente de la empresa. Deberías recordar que la legislación establece la responsabilidad de los directivos o altos cargos de una empresa ―empezando por la Ley de Transparencia 26/2003 y la Ley de Sociedades de Capital RD 1/2010―, especialmente si causan daños o perjuicios a terceros, directa o indirectamente.
2. El administrador o directivo puede abandonar su cargo, pero la responsabilidad “le persigue”. Si se provoca una reclamación por decisiones como alto cargo, se abren diversas posibilidades, incluso la responsabilidad personal. Una responsabilidad que, además, continúa por sus decisiones en el cargo incluso aunque ya haya abandonado la empresa y aunque las personas que le sustituyan hayan aprobado su gestión por escrito en el momento de la renuncia, ya que siempre se pueden retrotraer las acciones por parte de un juez.
Pese a ello, no hay que preocuparse porque el seguro suele tener una retroactividad de las acciones, por lo que, salvo excepciones, si la reclamación proviene de un hecho anterior a la contratación de la póliza esta puede dar cobertura siempre que el administrador o directivo no fuera conocedor de la existencia de la reclamación con anterioridad a la contratación de la póliza.
3. El entorno normativo y fiscal es complejo y cambiante. Todo son requisitos y obligaciones y puede que alguna se le pase al directivo por alto. Si es así, el seguro de D&O puede cubrir, por ejemplo, las posibles multas y sanciones administrativas, así como la responsabilidad tributaria subsidiaria.
4. Somos humanos: el error es posible. En el día a día de la gestión profesional en el mundo de la empresa se pueden cometer errores por los que un directivo tenga que afrontar reclamaciones de diversas casuísticas que pueden conllevar pérdidas a la empresa o a terceros que se puedan sentir perjudicados (accionistas, socios, inversores…).
5. Sin haber cometido un error, siempre puede haber gente dispuesta a presentar una reclamación. Al igual que existen profesionales del Derecho que siempre buscan la posibilidad de presentar reclamaciones, existen colaboradores de la empresa que, con razón o sin ella, pueden presentar reclamaciones, que aunque sean infundadas estamos seguros de algo: generarán trastornos y pérdidas de tiempo.
6. Es importante blindarse frente a los empleados insatisfechos y, sobre todo, ante los exempleados vengativos. Las relaciones personales son complejas y cuando existe una jerarquía pueden complicarse más. Lo que para uno puede ser lo más normal, puede no serlo para un empleado y eso puede conllevar reclamaciones sustentadas o no.
7. El seguro cubre los gastos de defensa que pueden ser muy elevados. Cualquier reclamación conlleva una defensa, esta defensa para que sea efectiva debe ser liderada por profesionales del Derecho, lo que genera unos costes por el tiempo que los profesionales dediquen a una reclamación. Con un seguro de D&O estos gastos de defensa, deriven en una reclamación judicial o no, los paga la compañía aseguradora hasta los límites pactados.
8. ¿Qué pasa si la reputación se ve dañada? Una de las coberturas más desconocidas de los seguros de D&O son las que contemplan la gestión de crisis de riesgo reputacional. Una reclamación fundada o no conlleva un posible problema de reputación de la empresa o del directivo afectado. Detectarlo y actuar con rapidez y eficacia es una necesidad que se valora en el momento del problema y ya por sí solo justifica la contratación del seguro.
9. Protege el patrimonio personal. Muchos altos cargos desconocen que la responsabilidad no queda limitada a la sociedad, sino que alcanza la responsabilidad personal por lo que pone en peligro el patrimonio del directivo, lo que hace que el nivel de exposición sea elevado.
10. Porque lo paga la empresa. El seguro de D&O protege la responsabilidad del directivo, es uno de los asegurados (junto a su patrimonio personal), pero el tomador, quien lo contrata es su empresa y, como otras partidas, es un gasto desgravable.
Y una razón más: porque lo importante es dedicarse a lo esencial, a trabajar y luchar para impulsar y desarrollar la empresa para que crezca de forma sostenible, ocupándonos de las cuestiones habituales del cargo y beneficiándonos de la red de seguridad y protección que supone un seguro de D&O.
No lo dudes, con independencia del tamaño de una empresa, un seguro de D&O es una necesidad tan vital como contar con una empresa bien estructurada, con profesionales eficaces y con el asesoramiento de un corredor de seguros que ofrezca la mejor cobertura de riesgos.