Guerra comercial a la vista: los aranceles de Estados Unidos y su impacto directo sobre las pymes españolas

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Hiscox España
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El alboroto que vivimos estas semanas a raíz de la nueva política arancelaria de Estados Unidos cada vez suscita más dudas. Especialmente entre las pymes, que no siempre ocupan grandes titulares entre el ruido mediático de la actualidad económica internacional, pero a las que esta situación puede acarrear una importante subida en sus márgenes.

El mercado internacional está tan globalizado que las decisiones comerciales de las grandes potencias pueden tener fuertes efectos, tanto en los más amplios entes empresariales, como en las pequeñas empresas de provincias como Jaén o Elche.

Es más, se estima que los cambios en los aranceles de Estados Unidos podrían afectar a más de 30.000 pymes españolas, y más incluso a aquellas que acostumbran a exportar parte de su producto al país anglosajón. Te ayudamos a comprender las principales claves de este conflicto comercial y su impacto directo sobre ámbitos como el aceite, el textil y la industria farmacéutica.

¿Qué está pasando? Los aranceles y las nuevas imposiciones de Estados Unidos

Los aranceles son impuestos concretos que se aplican a los productos importados. Las razones por las que un país u otro los establece suele deberse a razones económicas, pero también políticas, diplomáticas e, incluso, para proteger su industria nacional, como parece estar haciendo Estados Unidos.

En los últimos años, estos se han convertido en la principal arma para desatar conflictos comerciales con socios como China o la Unión Europea. Y aunque muchas veces afectan a grandes sectores, sus consecuencias llegan también a negocios medianos y pequeños, que exportan a Estados Unidos o dependen indirectamente de esas relaciones.

No podemos hablar siempre de porcentajes concretos en los aranceles, porque desde que se desatara este conflicto, no han cesado las modificaciones y prórrogas sobre esta política impuesta por Donald Trump. Lo que sí podemos abarcar son algunos ejemplos de cómo estos han comenzado ya a trastocar los planes de pymes españolas.

En concreto, Madrid y Cataluña podrían ser de las comunidades autónomas más afectadas, debido al gran volumen de pymes que albergan. Pero también otras regiones están empezando ya a ver impacto directo sobre sus negocios, con casos como los que veremos a continuación:

La aceituna negra de Andalucía

Uno de los casos más mediáticos ha sido siempre el de la aceituna negra española, que se cultiva especialmente en Jaén y otras zonas de Andalucía. Su arancel del 35% no es nuevo, sino que ya se impuso en el año 2018. Desde entonces, han sido constantes los enfrentamientos para demostrar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) que este impuesto no se ajustaba a la legalidad.

Es una medida que ha afectado a miles de agricultores y cooperativas, que han tenido que adaptar su estrategia para buscar nuevos mercados en Latinoamérica, Asia y Oriente Medio. No obstante, su mercado sigue dependiendo en gran medida de Estados Unidos y sobre el sector se cierne la amenaza de que se puedan imponer aranceles incluso más altos.

El textil catalán y valenciano, bajo presión

Con el auge de los productos asiáticos, el textil de Cataluña y la Comunidad Valenciana ya trabajaba con márgenes muy bajos. Con la imposición de aranceles del 20%, la incertidumbre se multiplica entre las pymes, que tendrán que asumir más costes a la hora de exportar su producto.

Por si esto fuera poco, empresas especializadas en tejidos técnicos o moda para el hogar han visto además cómo productos que no pueden entrar en Estados Unidos desde otros países inundan ahora el mercado europeo a precios muy bajos.

Vino, queso y aceite: el ‘pack gourmet’ en la diana

Durante el conflicto Airbus-Boeing, la administración Trump impuso aranceles del 25% a productos emblemáticos como el vino, el aceite de oliva y el queso español. Bodegas familiares en La Rioja, Castilla La Mancha o Cataluña, muchas con apenas 10 o 15 trabajadores, perdieron acceso a un mercado clave.

Aunque la mayoría de estos aranceles fueron suspendidos, la nueva imposición del 20% a la Unión Europea promete volver a alborotar el mercado gourmet español. Y la cosa puede que no se quede solo ahí, porque ya en su día Donald Trump amenazó con imponer aranceles de 200% a los vinos, champagnes y productos alcohólicos provenientes de países de la UE. Algo que no se ha cumplido, pero que deja expuesto al sector a posibles nuevos impuestos.

La industria farmacéutica: barreras para exportar salud

Aunque suele asociarse con grandes multinacionales, España cuenta con un sólido tejido de pymes farmacéuticas, especialmente en regiones como Cataluña, Madrid o Navarra, muchas de las cuales exportan productos a Estados Unidos -desde genéricos hasta productos sanitarios y biotecnológicos-.

La complejidad en este caso no siempre viene de un arancel directo, sino de las barreras regulatorias que actúan como obstáculos comerciales. Por ejemplo, en algunos momentos de tensión comercial, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) ha endurecido requisitos o ralentizado procesos de autorización, lo que puede frenar la entrada de productos al mercado norteamericano.

Además, durante la pandemia y después, se intensificaron las políticas de ‘compra nacional’ en EEUU. Esto ha afectado a empresas españolas que proveen medicamentos hospitalarios o equipos médicos de uso profesional.

Los aranceles del 20% que continúa negociando la UE con Estados Unidos amenazan ahora a este sector, pues un importante porcentaje de los medicamentos vendidos al mercado norteamericano son españoles.

¿Cómo puede prepararse una pyme ante los aranceles?

A pesar de que los aranceles son decisiones externas, existen formas de intentar prever, protegerse y minimizar sus efectos. Obviamente, todo depende del sector y de la situación en la que este se encuentre cada pyme frente al mercado internacional, pero de forma genérica se pueden aplicar algunas prácticas que ya utilizan muchas empresas:

  • Diversificar mercados: apostar por nuevos destinos menos volátiles, como pueden ser Latinoamérica, África, Oriente o el Sudeste Asiático.
  • Revisar la cadena logística: buscar proveedores o almacenes más cercanos a los mercados destino para reducir los costes de exportación.
  • Negociar con distribuidores: para compartir costes o replantear condiciones de venta en destino.
  • Buscar apoyo institucional: programas del ICEX, Cámaras de Comercio o ayudas de la UE van a ser determinantes ante el nuevo panorama internacional.
  • Protegerse con seguros específicos: una póliza personalizada nos puede ayudar a cubrir pérdidas derivadas de cambios en la política comercial internacional y, además, de posibles sanciones.

Exportar a Estados Unidos es una gran oportunidad para muchas pymes españolas, pero también implica riesgos asociados a decisiones que están fuera de su control. Los aranceles, como hemos visto, pueden poner en jaque a sectores enteros, pero no es la única amenaza a la que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas hoy en día.

En Hiscox acompañamos a las pymes que quieren crecer más allá de nuestras fronteras, con seguros adaptados y coberturas concretas para llevar con más tranquilidad los años de incertidumbre que aparentemente nos esperan.